Nació Magdalena (y trajo de todo)...
Cuando nace un bebé, nace el mundo. Acá te cuento lo que ha pasado estos días, y anuncio tres buenas noticias.
Hace tres semanas nació Magdalena, nuestra tercera hija. Fue un parto hermoso, en casa, sin asistencia, solos Laura y yo: un ritual mamífero y divino. Fueron siete horas salvajes, sísmicas, dulces, que al final nos dejaron en brazos la belleza de una niña que llora como leoncita y crece cada vez que parpadea.
Pero un parto no termina con el nacimiento, creo. El parto es solo el comienzo de un proceso misterioso que, para nosotros, no se ha cerrado. La llegada de Magdalena ha detonado un ajuste en todas las relaciones de esta familia: cambia la pareja, la relación con nuestros otros dos hijos, la relación entre ellos, cambia el vínculo que tenemos con nuestras vocaciones, la manera íntima de imaginarnos, de sentirnos parte de la tierra.
Han pasado solo veinte días y ya nos hemos dado cuenta de que también nosotros estamos naciendo a otra forma, con lo gozoso e incómodo que es el cambio. Los primeros días el niño pequeño (15 meses) hizo huelga radical de hambre, furioso por tener que compartir teta con un renacuajo que apareció de la nada. Y, a las dos semanas, la hermana mayor (cuatro años) se tiró de la cama en sueños, cayó con la boca en el borde de la biblioteca y casi pierde los dientes de adelante: llamados extremos de atención para papás que hacen malabares trasnochados y no acaban de aterrizar. Igual, con lo desafiante que es mudar de piel, ha sido un proceso hermoso, de acompañarnos en esta expansión con más cariño, más consciencia, más juego y tiempo juntos.
A mí, personalmente, Magdalena me ha traído varios regalos concretos, tangibles. Dicen que cada bebé trae el pan debajo del brazo, pero ella se trajo la panadería entera.
Poco antes de su nacimiento, cuando me estaba empezando a angustiar por la economía de una casa más grande, llegaron –deus ex machina– dos apoyos inesperados. Y quiero compartirlos acá porque tienen que ver con afueradentro.
Trajo la marca debajo del brazo
El primer apoyo vino de LIP, el estudio de branding y diseño liderado por Lucho Correa, a quien entrevisté en el décimo episodio de la temporada piloto de afueradentro. Lucho y su equipo, que han diseñado muchas marcas memorables, marcas con las que interactuamos a diario, se subieron al barco de afueradentro y crearon su nueva imagen. Todavía me cuesta creerlo. La colaboración consistió en conversar mucho, decantar la esencia de la marca, y luego ellos hicieron su magia: una imagen que condensa la identidad del podcast y de este newsletter.
Les presento el nuevo logo. ¿Qué dicen? Me encantaría conocer sus reacciones.
El logotipo retrata eso que persigo obsesivamente en las conversaciones que tengo y en los ensayos que escribo: la experiencia de romper el molde, de salir de la cajita, de trascender los prejuicios y creencias limitantes, ese gesto creativo que nos eleva y sana.
Quiero aprovechar para agradecer a Lucho, a Silvia, a Eduardo, a Diana, a Paula y al equipo entero de LIP. No son solo unos genios del buen gusto, son además excepcionales en hacerlo sentir a uno visto, acompañado, y en codificar el adn de lo que uno hace. Ojalá algunos de ustedes tengan la oportunidad de trabajar con ellos: no solo es un placer, sino que es una inversión que regresa multiplicada.
Trajo mi primer patrocinador
Una semana antes del parto, llegó el primer patrocinador de afueradentro, la primera organización que me apoya financieramente para crecer y consolidar el podcast.
Comfama es una de las organizaciones más comprometidas con el desarrollo de la cultura en Medellín y Antioquia. Sus equipos de Comunicaciones y Cultura van a patrocinar algunos episodios de afueradentro en los próximos meses. Esos fondos me dan más tiempo para preparar las entrevistas, y me permiten invertir en áreas clave para que el podcast llegue a más personas y tenga más impacto.
Gracias a todo el equipo de Comfama por creer en afueradentro y darme la mano para hacer lo que amo hacer. Ojalá este apoyo de Comfama abra la puerta para que más organizaciones quieran colaborar con este proyecto.
Trajo nueva temporada
Esta semana publicaré el primer episodio de la primera temporada de afueradentro. Y quiero empezar con el parto, con ese origen de todo. En este episodio converso con Laura, la mujer que amo, sobre su decisión de parir sola en casa, sobre cómo se preparó para ese momento y las sorpresas que le trajo hacerlo. Es un relato muy íntimo, y creo que puede ser útil no solo para mujeres que estén gestando –o las parejas que las acompañan– sino para cualquiera que quiera asumir una responsabilidad radical con sus prácticas creativas. Apenas publique el episodio les mando un correo con el enlace.
Antes de despedirme quiero darte las gracias infinitas a ti, por leer afueradentro y/o escuchar los episodios del podcast. Es porque estás ahí que esto es posible y que tiene el potencial de seguir creciendo. Espero que lo que hago te resulte útil y valioso, que las historias de personas que han roto el molde, que crean mundos, sean inspiradoras y acompañen tus propios procesos. Si hay algo en lo que pueda ayudarte, si conoces alguna persona que creas que deba entrevistar, si tienes alguna sugerencia para mejorar, lo que sea, escríbeme por acá: hago lo posible por responder todos los correos que recibo.
Un abrazo y hasta pronto.
jorge
PS: Acá te dejo la playlist de canciones que le pusimos a Magdalena cuando estaba en la panza. Hay atmósferas, coros, ritmo, devoción… Que la disfrutes.
Enhorabuena buena por Magdalena. Quedo super atenta para el episodio.
Ojalá siga llegando más pan a la casa 🍞
Felicidades y bienvenida Magdalena!!